viernes, 17 de febrero de 2012

TESEO


Tenderme sobre tu cuerpo
y pedir tormentas,
precipitar volcanes:
acabo de recordar tu sabor agrio,
tu respiración en llamas,
tus manías y gemidos,
tu inclinación hacia mí,
es decir,
hacia mi cama,
                        y hacia estas palmas
que te conocen como manos de ciego:
llanto, de gozo, de orgasmos,
de rosas blancas en mi espejo.
Pero desde que te fuiste
desaparecieron los frutos, las aves, los ríos,
las estrellas, los fusiles,
las naves de gardenias que navegan
en el laberinto de las olas,
en el laberinto de tu cuerpo
en el que quedé atrapado
sin una Ariadna para mí.

Grissel Gómez Estrada

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